Miembros del LIPA participaron de una publicación en la que se determina el gran impacto que la integridad de la película superficial posee en la vida útil de las nueces peladas.
Si bien las nueces resultan mucho menos perecederas que otros productos vegetales, pierden su calidad en el almacenamiento a una velocidad para nada despreciable a temperatura ambiente que es como comúnmente se distribuyen. Los principales factores de deterioro de este producto son el enranciamiento y el oscurecimiento superficial.
En este trabajo, el Dr. Cristian M. Ortiz y colaboradores demostraron que el daño mecánico de la película superficial de las semillas incide marcadamente en ambos procesos. Este efecto depende a su vez de la variedad empleada. Variedades como Howard son más sensibles que Chandler que se comporta bien aun en el caso que se observen daños en la piel. En tal sentido esta última variedad de adapta mejor para la comercialización listas para consumir.